De vuelta a casa

Las despedidas en Buenos Aires fueron muy tristes, el viaje en avión fue muy largo. Por suerte mi equipaje llegó sin sorpresas y mis tíos de Madrid y mi prima Eva me vinieron a buscar a Barajas, lo que me hizo muchísima ilusión.

Al día siguiente de llegar mis padres vinieron a buscarme a Madrid y me llevaron al pueblo de mis abuelos (Madrigal del Monte) donde había una comida familiar de la órdiga con motivo de las fiestas de San Miguel. Fue un alegre reencuento, especialmente el de mis abuelos, que están los dos muy mayores. Sólo tengo una foto decente, que es esta de la ermita:
Después de tanta Pampa, qué bonito resulta el paisaje castellano.

En Burgos ciudad estuve por ahí con una de mis mejores y más antiguas amigas: MªMar. Aquí se nos ve entre conversaciones y copas.
Otro día nos fuimos a recordar rincones de Burgos olvidados por ambas. Esto es en una ventana del museo de la Catedral de nuestra ciudad. El dibujo de la vidriera es un ramo de azucenas, motivo que se repite en varios lugares de la catedral y representa algo que no sé.
Nos colamos en el jardín del claustro para la foto. Y también porque antes se podía y nos dió mucha rabia que ahora lo hubiesen cerrado con lo bonito que estaba.
Para las dos este fue también un bonito reencuentro con la historia de nuestra ciudad.