Vueltas y más vueltas

Lo que dice el título de esta entrada es lo que he estado haciendo desde el último post que colgué. No se piensen mis lectores que les he abandonado.

Tenía organizado desde hacía varias semanas una visita a Nachete, mi compañero de mesa en el máster. Y allí hasta Bruselas que me fui, donde también pude ver a Xavi, otro compañero y amigo del máster. En esta foto estamos Nacho y yo de cervecitas.
Ya que estaba me fui a saludar también a mi amiga holandesa Nienke a Utrecht. Entre otras cosas pude hacer mis primeras prácticas de holandés con sus padres. Juntas nos fuimos a Amberes, aquí se nos ve dentro de la catedral.

Después, como volvía de Bruselas por Valladolid y estaba que me subía por las paredes por no saber muy bien cuándo iba a volver a Buenos Aires ni qué trabajo podría tener, pues me quedé a pasar la tarde en Valladolid con mi amigo burgalés Jordi, que trabaja y vive allí. Lo siento, de esto no hay foto.

Una vez en Madrid, me llamaron para hacer una entrevista en Barcelona. Hasta me dio tiempo a ir a la playa de la Barceloneta aprovechando que la tarde estaba estupenda.
ESte es el Passeig de Colón, con Colón al fondo. Qué recuerdos de mis tardes barcelonesas en patines.

Cuando estaba por volver a Madrid a casa, me llamaron para otra entrevista en Valencia. Por ahorrarme unos kilómetros me fui directamente desde Barcelona. Allí mi prima María me llevó de paseo y me presentó a Amonasro, el último inquilino de su taller.

Y al día siguiente, cuando ya estaba en Madrid, me dijeron de la empresa de Valencia que el puesto era para mí. Pocas veces he estado tan contenta. Estaré en noviembre-diciembre trabajando en Valencia y a partir de enero en Buenos Aires. La empresa me gustó, el tipo de trabajo me interesa y encima me mandan a desarrollar su expansión en Argentina. No puedo pedir más, señores.